LA IMPERMANENCIA COMO PRNCIPIO BUDISTA DEL CONOCIMIENTO
EN EL LIBRO DE EDGAR MORIN “LA CABEZA BIEN PUESTA” (1999)
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1
El filósofo francés Edgar Morín denomina este libro
con un aforismo de Montaigne: “Vale más una cabeza bien puesta que una repleta”
. Aquí aborda temas relacionados no sólo con la educación, sino también con la filosofía,
la historia, el arte , la literatura y el conocimiento en general, el cual
otorga como característica fundamental “la impermanencia”.
2
En las tres características de la existencia (Tri-Laksana)
Buda habla de la insustancialidad de la existencia, el sufrimiento y de la
impermanencia de todas las cosas. Edgar Morín aplica este último principio al
conocimiento : es transitorio, impermanente, cambiante. El conocimiento tiene
su propio Samsara : aparece, tiene su vigencia por algún tiempo, luego es
reemplazado por otro conocimiento, y más tarde renace con innovaciones en un
eterno retorno dialéctico. El conocimiento es insustancial porque no es para
siempre.
3
El conocimiento está sometido a la incertidumbre y la
impermanencia.
4
Todo lo que es precioso en la tierra es frágil , raro
y tiene un destino incierto. Lo mismo sucede con nuestra conciencia.
5
Si descubrimos nuevos archipiélagos de certeza,
debemos saber que navegamos en un océano de incertidumbre.
6
En el conocimiento hay tres tipos de incertidumbre:
cerebral, psíquica y epistemológica.
7
Conocer y pensar no es llegar a una verdad totalmente
cierta, es dialogar con la incertidumbre.
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