TRAS LA HUELA DE BUDA

TRAS LA HUELA DE BUDA

domingo, 6 de junio de 2021

EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

 


EL LIBRO TIBETANO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

Resumen.

 

El libro tibetano de la vida y de la muerte (1992) de Sogyal Rimpoché examina el Libro tibetano de los muertos a la luz del prisma occidental y de los avances de la ciencia.

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO 1

1

La muerte es un espejo en el que se refleja todo el sentido de la vida.

Lo que pretendo hacer en este libro es explicar y ampliar el Libro tibetano de los muertos, tratar no sólo de la muerte sino también de la vida, exponer en detalle toda la enseñanza de la que el Libro tibetano de los muertos sólo es una parte. En esta enseñanza maravillosa, encontramos la totalidad de la vida y la muerte.

2

Así pues, según el punto de vista del budismo tibetano, podemos dividir toda nuestra existencia en cuatro realidades continuamente entrelazadas: l) la vida, 2) el morir y la muerte,

3) después de la muerte y 4) el renacimiento. Se las conoce como los cuatro bardos: l) el bardo natural de esta vida, 2) el bardo doloroso del morir, 3) el bardo luminoso de dharmata y 4) el bardo kármico del devenir.

3

La palabra bardo se utiliza corrientemente para designar el estado intermedio entre la muerte y el renacimiento, pero en realidad los bardos se suceden continuamente tanto en la vida como en la muerte, y son coyunturas en las que se intensifica la posibilidad de liberación o iluminación.

4

 

El célebre santo y poeta tibetano Milarepa escribió: “Mi religión es vivir, y morir, sin remordimientos”.

5

Para la persona que se ha preparado y ha practicado, la muerte llega no como una derrota, sino como un triunfo, el momento más glorioso que corona toda la vida.

 

CAPITULO 2

1

“No sabemos dónde nos espera la muerte: así pues, esperémosla en todas partes. Practicar la muerte es practicar la libertad. El hombre que ha aprendido a morir ha desaprendido a ser esclavo” (Montaigne).

2

La muerte es, en efecto, un enorme misterio, pero de ella se pueden decir dos cosas: es absolutamente cierto que moriremos, y es incierto cuándo y cómo moriremos. La única certeza que tenemos, pues, es esta incertidumbre sobre la hora, la cual nos sirve de excusa para postergar el afrontar la muerte directamente. Somos como niños que se tapan los ojos jugando al escondite y se figuran que nadie puede verlos.

3

El nacimiento de un hombre es el nacimiento de su pena. Cuanto más vive, más estúpido se vuelve, porque su ansia por evitar la muerte inevitable se hace cada vez más aguda. ¡Qué amargura!

¡Vive por lo que está siempre fuera de su alcance! Su sed de sobrevivir en el futuro le impide vivir en el presente.(Chuang Tzu).

4

 

Sabiendo y comprendiendo esto, deberíamos escuchar a Gyalsé Rimpoché cuando nos dice:

Hacer planes para el futuro es como ir a pescar en un barranco seco; nada sale jamás como quieres;  renuncia pues a todos tus proyectos y ambiciones. Si has de pensar en algo, que sea

en la incertidumbre de la hora de tu muerte...

5

He hallado inspiración en los informes que se han publicado sobre los estudios de la experiencia de casi muerte, como los libros de mi amigo Kenneth Ring y otros autores. Un número sorprendente de los que sobreviven a un accidente casi mortal o a una experiencia de casi muerte describe «una revisión panorámica de la vida». Con asombrosa claridad y precisión, reviven los acontecimientos de su vida. A veces reviven incluso los efectos que sus actos han producido sobre otros, y experimentan las emociones causadas por sus actos.

6

Los únicos objetivos serios en la vida son “aprender a amar a los demás y adquirir conocimiento”.

7

Buda dijo: Esta existencia nuestra es tan pasajera como las nubes de otoño. Observar el nacimiento y la muerte de los seres es como contemplar los movimientos de un baile. La vida entera es como un relámpago en el cielo; se precipita a su fin como un torrente por una empinada montaña.

8

Una de las principales razones por las que tanto nos cuesta y tanta angustia nos produce afrontar la muerte es que ignoramos la verdad de la impermanencia. Reflexione sobre esto: la percepción de la impermanencia es, paradójicamente, la única cosa a que podemos aferramos, quizá nuestra única posesión duradera.

9

 

Siempre que perdemos la perspectiva o nos dejamos llevar por la pereza, reflexionar sobre la muerte y la impermanencia nos devuelve de una sacudida a la verdad: Lo que ha nacido morirá, lo que se ha recogido se dispersará, lo que se ha acumulado se agotará, lo que se ha construido se derrumbará y lo que ha estado en alto descenderá.

10

Lo único que tenemos en realidad es el ahora.

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Hágase estas dos preguntas: ¿Recuerdo en todo momento que estoy muriendo, y que todas las demás personas y cosas también mueren, de modo que trato a todos los seres en todo momento con compasión? Mi comprensión de la muerte y de la impermanencia, ¿es tan aguda y urgente que dedico hasta el último segundo a la búsqueda de la Iluminación? Si puede responder "sí" a estas dos preguntas, entonces ha comprendido de verdad la impermanencia.

 

CAPÍTULO 3

1

Todos nos estamos muriendo. Sólo es cuestión de tiempo: algunos morimos antes que otros.

2

La vida es un continuo cambio de pequeñas muertes.

3

Aprender a vivir es aprender a desprenderse.

4

El amor sufre a causa del apego.

5

Los obstáculos y dificultades son fuentes de energía.

6

Nyoshul Khenpo:

La naturaleza de todas las cosas es ilusoria y efímera,

quienes tienen una percepción dualista consideran felicidad el sufrimiento,

como los que lamen la miel del filo de una navaja.

7

William Blake:

Aquel que se ata una Alegría

la alada vida destruye;

aquel que besa la Alegría según vuela

vive en la aurora de la Eternidad?

8

Buda dijo:

Sabed que todas las cosas son como esto:

un espejismo, un castillo de nubes,

un sueño, una aparición,

sin esencia, pero con cualidades que pueden verse.

9

 

Reconoce siempre la característica onírica de la vida y reduce el apego y la aversión.

 Practica la benevolencia hacia todos los seres.

 Sé amoroso y compasivo, te hagan lo que te hagan los demás.

 Lo que puedan hacerte no te importará tanto cuando lo veas como un sueño.

El truco está en tener una intención positiva durante el sueño.

Esto es lo esencial.

Esto es la verdadera espiritualidad.

10

Milarepa escribió:

Llevado por el horror a la muerte, me fui a las montañas.

Medité y medité sobre la incertidumbre de la hora de la muerte,

hasta captar la fortaleza de la inmortal e infinita naturaleza de la mente.

Ahora todo miedo a la muerte se ha desvanecido y se ha acabado.

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